Entre dos siglos: la investigación histórica costarricense (1992-2002)

En nuestro medio, el profesional en Historia ha llenado un espacio laboral bien definido: la enseñanza en centros de educación media y superior, así como la investigación en archivos y bibliotecas. Sin embargo, hoy día las posibilidades de trabajo se ven potencialmente ampliadas a otros campos,...

Descripción completa

Autores Principales: Molina Jiménez, Iván, Enríquez Solano, Francisco, Cerdas Albertazzi, José Manuel
Formato: Libro
Idioma: Español
Publicado: Museo Histórico Cultural Juan Santamaría 2024
Materias:
Acceso en línea: http://hdl.handle.net/11056/27604
Sumario: En nuestro medio, el profesional en Historia ha llenado un espacio laboral bien definido: la enseñanza en centros de educación media y superior, así como la investigación en archivos y bibliotecas. Sin embargo, hoy día las posibilidades de trabajo se ven potencialmente ampliadas a otros campos, en donde el historiador puede desempeñarse de manera competitiva. Áreas no tradicionales como el trabajo editorial, la producción de audiovisuales, la organización de servicios culturales, la divulgación del patrimonio y la variada gama de actividades que puede desempeñar dentro de los museos son, entre otras, actividades en las que el historiador puede incursionar con posibilidades de éxito. La sólida formación académica que recibe, permite su desenvolvimiento en estos campos. Pero también, para desempeñarlos con propiedad, es esencial que se desenvuelva con iniciativa, imaginación, creatividad y, por supuesto, adaptabilidad y afán de superación. Para las escuelas formadoras de historiadores, es importante que identifiquen esos espacios potenciales de trabajo, promoviendo las variantes necesarias que hagan más atractivos y versátiles sus programas de estudio. Esto plantea la conveniencia de propiciar un acercamiento y una familiarización con las prácticas laborales donde sus graduados puedan desenvolverse en el futuro. Recientemente, las autoridades del Ministerio de Cultura, Juventud y Deportes se han referido a la necesidad de modernizar los museos del país, mercado potencial para el ejercicio de la profesión de historiador. Hablar de modernización, es reconocer que en nuestro medio estas instituciones depositarias del patrimonio cultural se encuentran rezagadas en relación con el desenvolvimiento que tienen en otros contextos. Independientemente de las acciones que se adopten para impulsar el cambio, es importante destacar el papel relevante que podrían asumir los historiadores en este proceso.