Prevalencia de baja visión en una población pediátrica.

La visión es el sentido que obtiene la mayor cantidad de información acerca de nuestro ambiente, y el único sentido capaz de organizar las otras formas de estímulo sensorial. La Organización Mundial de la Salud (OMS) define discapacidad visual como una pérdida o anormalidad en la función visual, o d...

Descripción completa

Autor Principal: Madriz Peralta, Gabriela
Formato: Tesis
Idioma: Español
Publicado: 2015
Materias:
Acceso en línea: http://www.repositorio.usac.edu.gt/7070/
http://www.repositorio.usac.edu.gt/7070/
http://www.repositorio.usac.edu.gt/7070/1/Gabriela%20Madriz%20Peralta.pdf
Sumario: La visión es el sentido que obtiene la mayor cantidad de información acerca de nuestro ambiente, y el único sentido capaz de organizar las otras formas de estímulo sensorial. La Organización Mundial de la Salud (OMS) define discapacidad visual como una pérdida o anormalidad en la función visual, o de la función de las vías visuales asociadas. La OMS estima que hay aproximadamente 140 millones de personas con visión baja en el mundo, y 45 millones con ceguera. La discapacidad visual limita la disponibilidad de este estímulo sensorial, por lo que interfiere con el desarrollo emocional, cognitivo y físico de un niño, y se considera una “emergencia evolutiva”. Determinar la prevalencia de visión baja en pacientes de la clínica de pediatría de la Unidad Nacional de Oftalmología. Se evaluaron 6490 pacientes de 0 a 12 años, a quienes se les realizó un examen oftalmológico completo, utilizando una boleta de recolección de datos y estadística descriptiva. Se encontró una prevalencia de 0.71%, con predominio del sexo masculino (59%). Las etiologías mayormente reportadas fueron baja visión de origen cortical (17%), errores refractivos (15%), y cataratas (15%). La localización más afectada fue la retina (25%). Quince casos (33%) presentaban discapacidades sistémicas asociadas. La prevalencia encontrada en este estudio es similar a la encontrada en otros países en nivel de desarrollo. Por esto, se debe dar la atención debida para modificar o desarrollar protocolos de detección y manejo a los pacientes. Se debe realizar más estudios para continuar estadísticas relacionadas.