Acompañamiento en el proceso de constitución como sujetos políticos de niñas y adolescentes trabajadoras de casa particular, maquilas y empresas agroexportadoras (Aldea San Miguel Morazán del Municipio de El Tejar, Aldeas San Jacinto y Bola de Oro del Departamento de Chimaltenango 2007).

Acompañar en el proceso de constitución como sujetos políticos de niñas y adolescentes trabajadoras de casa particular, maquilas y empresas agroexportadoras. El ejercicio Profesional supervisado se realizó en la aldea San Miguel Morazán del Municipio de El Tejar, aldeas San Jacinto y Bola de Oro del...

Descripción completa

Autor Principal: González Miranda, Susana Guadalupe
Formato: Monografia
Idioma: Español
Publicado: Escuela de Ciencias Psicológicas 2008
Materias:
Acceso en línea: http://www.repositorio.usac.edu.gt/17717/
http://www.repositorio.usac.edu.gt/17717/
http://www.repositorio.usac.edu.gt/17717/1/13%20EPS%20%28743%29.pdf
Sumario: Acompañar en el proceso de constitución como sujetos políticos de niñas y adolescentes trabajadoras de casa particular, maquilas y empresas agroexportadoras. El ejercicio Profesional supervisado se realizó en la aldea San Miguel Morazán del Municipio de El Tejar, aldeas San Jacinto y Bola de Oro del Departamento de Chimaltenango, durante el año 2007. La cultura guatemalteca ha reproducido una ideología de conformismo y sumisión, de lucha y deseo de poder. Actualmente la cultura es regida por jerarquías, en la cual el Sistema manipula todo accionar, gestionando de forma inadecuada los intereses y las necesidades de las minorías y grupos sociales, convirtiéndolos en objetos de producción. Este es el caso de las niñas y adolescentes trabajadoras, problemática que se fortalece por las desigualdades y políticas excluyentes. El problema del trabajo infantil está constituido por diversos ejes, que entrelazados han creado la falsa conciencia de que así es como las menores trabajadoras están destinadas a vivir. La situación económica, es uno de los factores que afecta a muchas familias guatemaltecas; los pocos ingresos que tienen, se deben a la reproducción de la cultura conformista y de explotación que se extiende a lo largo de la historia. Las menores ante la situación de ajuste económico son colocadas en condición de vulnerabilidad social por lo que deben realizar diferentes actividades para generar ingresos. Lo complejo es que el trabajo infantil continuará reproduciendo esa cultura de pobreza ya que, las niñas y adolescentes se ven privadas de educación formal, quedando nuevamente en el rol de mujeres sumisas y sin probabilidades de superación. Muchas de las comunidades, ven en el trabajo una manera de forjar un carácter laborioso, un aprendizaje para el futuro de sus hijas y un refuerzo para su estima ya que las hace sentir independientes, por otro lado, el trabajo de las menores, potencia y amplifica la vulnerabilidad y los padecimientos que les imponen las condiciones en que viven. El trabajo no es una obligación para las menores; se considera un derecho, pero éste debe brindarles la protección necesaria y cumplir con las leyes laborales para ellas.