Arturo Ardao : una validación de sus aportes a la historia de las ideas latinoamericanas

Estamos en la búsqueda constante de la descolonización epistemológica Dussell 2018. Estudiar la construcción del pensamiento latinoamericano a partir de la Historia de la Ideas es una tarea enriquecedora de nuestro acervo identitario, principalmente como producto de ser un continente en constante c...

Descripción completa

Autor Principal: Chávez Jaramillo, Jonathan José
Formato: Tesis
Idioma: Español
Publicado: 2019
Materias:
Acceso en línea: http://up-rid.up.ac.pa/2557/
http://up-rid.up.ac.pa/2557/3/jonathan_chavez.pdf
Sumario: Estamos en la búsqueda constante de la descolonización epistemológica Dussell 2018. Estudiar la construcción del pensamiento latinoamericano a partir de la Historia de la Ideas es una tarea enriquecedora de nuestro acervo identitario, principalmente como producto de ser un continente en constante cambio y en continua construcción. En ese sentido, estudiar la evolución de la Historia de las Ideas, a partir del pensamiento elaborado por el uruguayo Arturo Ardao, se nos hace más original, y profundamente comprometedor. Debido a ello, y pese a la escasa bibliografía física sobre la materia de historia de las ideas en nuestras estanterías universitarias, nacionales o particulares, hemos elaborado un corpus, gracias a la ventana virtual, y al esfuerzo titánico de búsqueda de fuentes imprescindibles para acometer, nuestros objetivos. El primer Capítulo de este trabajo de Maestría, aborda al hombre en su contexto, las aguas de las cuales bebió para elaborar sus ideas y obras, así como un problema conceptual y teórico de vieja data, pero no menos inquietante, la existencia de un pensamiento latinoamericano. Bajo estos parámetros analizamos un pensamiento originalmente reflexivo, político, académico y con un todo relacionado a su tiempo. Vivió en los tiempos donde surge con fuerza organizada, la Idea latinoamericana como antítesis de la Idea europea. Arturo Ardao, hace una creación reflexiva sobre la base de debates, artículos, diálogos, ponencias, argumentaciones, polémicas, seminarios, foros, talleres, recitales, peñas, en fin, libros, que son las armas usadas por la mayoría de los intelectuales forjados en ese contexto, para sustentar sus ideas desde la visión latinoamericanista. No fue un hombre aislado del resto de los mortales, y siempre construyó sus originales visiones, con la participación de influencias del pasado y del presente que vivía. Era un combatiente de las ideas en medio del mar de violencia, un pacífico intelectual comprometido con los destinos de su continente, y del mundo. Con respecto al segundo capítulo, estudiaremos a profundidad sus principales obras. Ellas nos llevaron a premisas básicas entre lo peculiar y universal de la cultura latinoamericana, revelando los aportes sustanciales, los adelantos culturales de nuestros orígenes como continente. Parte del análisis académico de la situación socioeconómica, no de posiciones idealistas, para así elaborar un proyecto de historia integral, donde se enlaza el pasado y su presente. Ello implicaba aprender constantemente a descubrir "los hilos de Ariadna" para explotar la cultura creada en el pasado (ethos del dominado), la impuesta (ethos del dominador) y por síntesis crear una fusión cósmica en palabras de Ingenieros, formar el hombre latinoamericano, con su idea y sociedad autóctona. Para así marchar con pasos firmes hacia el futuro. Todo ello sin negar de antemano las influencias enriquecedoras de Europa, y sus máximos representantes en las corrientes y tendencias del pensamiento. Tampoco pretendo borrar el pasado, como hicieron en su momento los filósofos e historiadores europeos y sus seguidores europeístas, sino re enfocar, desde nuevas fuentes, el camino transitado de las ideas americanas desde sus cimientos hasta el presente más próximo. En esa búsqueda-construcción de la originalidad de la Historia en su vertiente del pensamiento, promueve al hombre americano desde su rechazo a la servidumbre que le fue impuesta, dejando atrás el servilismo, la esclavitud y la dependencia. Transitó Ardao, desde el estudio del academicismo universitario, la imposición o reflejo de las ideas europeas en lo regional uruguayo y latinoamericano, hasta develar los senderos reflejos del pensamiento europeo en América Latina. Profundiza con sus estudios a fondo, en el origen, desarrollo y hegemonía de las ideas latinoamericanas, en los distintos espacios donde logran respirar, vinculada estrechamente al quehacer de los hombres, y ser reconocida como suya en cualquier parte del mundo. Finalizamos nuestro trabajo, con el tercer Capítulo. Allí buscamos sustentar los aportes del pensador uruguayo a la historia de las ideas, como expresión fundamental del pensamiento latinoamericano. Desde inicios de la década del setenta, se fue produciendo todo un movimiento ideológico bajo el denominador de filosofía latinoamericana de la liberación, que tuvo su irrupción principal en Argentina y pronto encontró seguidores en otros países del continente. Arturo Ardao contribuiría enormemente a la intelectualidad latinoamericana, demostrando la autenticidad y originalidad del pensamiento latinoamericano, a partir del estudio de la disciplina de historia de las ideas. Para acometer esa sustentación, se sirve de conceptos como instrumentos de trabajo, pero más allá de esos instrumentos, elabora una génesis, un corpus fundamental para abordar ese estudio, una metodología del encuentro, y del descubrimiento de ese criterio fundacional. Partiendo de una reflexión antropológica positiva, no positivista, rompiendo sus vínculos con los "centros de poder", lo cual presuponía asumir en el plano ideológico una posición tercerista. El tercerismo implica no participar de la negación de la filosofía latinoamericana; ni tampoco asumir que la tarea inmediata de la reflexión era una función destructiva, para poder alcanzar la autenticidad (posición fatalista). Consiste en aceptar el pasado, pero bajo otro prisma, dialécticamente, desde visiones desalineadas. Participar en la universalidad con rostro propio, significa romper con la dependencia cultural mediante la búsqueda y construcción reflexiva, dejando atrás los discursos dominantes, para bueno gestar un rostro y una cultura propia, para así exponer con libertad e identidad, un pensamiento, una filosofía, unas ideas emanadas de estas tierras, partiendo siempre de lo popular-nacional y continental. Por esa razón, es imprescindible comprender la construcción de esos aportes, en el marco del contexto de la época, cargada de confrontación y no de conciliaciones, con honestidad intelectual y abierta al constante intercambio y renovación.