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Desde décadas atrás, se ha venido hablando en la comunidad internacional acerca de
la discusión que gira en torno al hambre y la desnutrición. Esta problemática es producto
de distintos factores, por un lado, el incremento de los precios internacionales y su
influencia sobre los países económicamente dependientes de otros, y por otro, la escasez
de alimentos (donde entran en juego las consecuencias del cambio climático como la
infertilidad, la sobreexplotación y la contaminación de los suelos; los desastres naturales
y la escasez del recurso hídrico). Lo anterior atenta gravemente contra la salud pública,
pues desemboca en la producción y consumo de alimentos que no alcanzan propiedades
nutricionales lo suficientemente satisfactorias para suplir las necesidades de alimentación
de la población mundial o por el contrario, la incapacidad de algunos países para
satisfacer la demanda de alimentos de los habitantes.
Además, cabe destacar la necesidad de una mayor articulación de la política agraria que
acompañe a los pequeños productores, pues de estos depende no solamente el sustento de
sus familias, sino también la alimentación balanceada y nutritiva de las personas y por
supuesto, para el sector que trabaja a través de políticas públicas con el fin de
empoderarlo. Este es el caso de Costa Rica, el cual es analizado en la investigación.
En el ámbito internacional han surgido iniciativas derivadas o emanadas de foros
multilaterales de discusión como la Cumbre Mundial de 1974, donde por primera vez se
discutió acerca del tema. Por su parte, a nivel local, en Costa Rica la rectoría del tema ha
sido asumida por el Ministerio de Agricultura y Ganadería (a partir de este momento
denominado MAG), y el Ministerio de Salud (en adelante MS) como consecuencia de la
multiplicidad de actores que la temática amerita desde la administración pública de un
Estado. Por lo anterior, y ante la evidencia de que en el país existe un Plan Nacional de
Seguridad Alimentaria y Nutricional 2011- 2021 y una Política de Seguridad Alimentaria
y Nutricional 2011- 2015 (SAN en adelante), surge la necesidad de analizar el rol de la
Organización de Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (de ahora en
adelante FAO por sus siglas en inglés) como organismo internacional especializado desde
tres dimensiones. En primer lugar, el global, que analiza y sistematiza la información concerniente al papel de este organismo; posteriormente, el regional, debido a que es de
vital importancia para conocer cuáles compromisos han sido adoptados por la región
latinoamericana con el fin de detectar casos exitosos; y por último, el nacional, el cual
proporciona la posibilidad de crear una propuesta final fundamentada en las necesidades
identificadas en el país para mejorar la condición del hambre en el país, entendido como
un problema con diversos actores y soluciones múltiples y distintas. Dicho estudio y
análisis es el propósito fundamental de la presente investigación...
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