Sumario: |
La medición de sustentabilidad tiende a hacerse mediante índices compuestos,
usando estadística multivariada, las bases de datos estadísticos usadas, tienen una
alta calidad en la dimensión económica como los indicadores: población
económicamente activa, tasa de pobreza y otros; en la dimensión social como: tasas
de analfabetismo, población sin primaria completa, población con secundaria
completa, mortalidad infantil y otros; pero no así en la dimensión ambiental, en
donde los datos son difíciles de contrastar a nivel local o incluso nacional, y las
secuencias no son constantes, lo que obliga a cambiar el indicador, o aplicar
técnicas estadísticas para completar las corridas de datos. La ONU en los 90
planteo diversos procesos para el desarrollo de indicadores, su seguimiento y
cumplimiento, los Objetivos del Desarrollo Sostenible, es el más nuevo esfuerzo por
tener metas globales, a los cuales México y Costa Rica se han sumado. Se hace
una comparación entre los datos de los proyectos “Evaluación y seguimiento de
manglares en el litoral pacífico de Costa Rica” Universidad Nacional (Costa Rica) y
la propuesta doctoral del CIBNOR “Evaluación de la sustentabilidad del ecoturismo
en parque nacional Bahía de Loreto: recomendaciones para su manejo
sustentable”. Los dos proyectos, muestran bases de datos robustas en las
dimensiones social y económica, pero con importantes vacíos en la dimensión
ambiental. En CR, la entidad gubernamental a cargo, ha planteado en diversas
ocasiones indicadores, generalmente proveniente de consultorías, difíciles de
medir, que no permiten la medición reiterada. En México, la Secretaria de Medio
Ambiente y Recursos Naturales (SEMNARNAT) tiene bajo su cargo el Sistema
Nacional de Indicadores Ambientales (SNIA), cuyo desarrollo y actualización
depende de la colaboración de diversas dependencias federales, instituciones de investigación y organizaciones civiles. Sin embargo, aunque dicho sistema ofrece
una vasta información sobre el estado del ambiente a nivel nacional, los datos
estatales y regionales se mantienen limitados. Se concluye que es necesario
replantear el enfoque en que las entidades llevan a cabo las mediciones de
indicadores ambientales, se deben de buscar formas prácticas que permitan tener
bases de datos similares a las existentes en los componentes socioeconómicos.
|