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En un mundo que con el tiempo se mueve cada vez más rápido y que está en constante
actualización, es imprescindible que la enseñanza y el aprendizaje no se excluyan de esta
evolución. Actualmente, muchas instituciones educativas siguen estancadas en el modelo
tradicional de educación en el que todo se evaluaba memorísticamente. Debido a las exigencias
presentes de la sociedad, es primordial buscar nuevas maneras de compartir conocimiento, por
ejemplo el aprendizaje activo. Este método educativo tiene el potencial de brindar al
estudiantado una manera más significativa de adquirir saberes. Asimismo, otorga la oportunidad
de acrecentar las tan importantes habilidades del siglo XXI. En estas, los estudiantes incrementan
capacidades como: la solución de problemas, el uso de la tecnología, el trabajo en equipo, la
comunicación, y la creatividad. Durante la sistematización de la aplicación del método del
aprendizaje activo en las clases de enseñanza del inglés en la Universidad Latinoamericana de la
Ciencia y Tecnología (ULACIT) de Costa Rica, se motivó a los estudiantes a participar de una
manera más interactiva, la cual generó un conocimiento más significativo y práctico para su
formación y desempeño profesional. Por ende, a través de la puesta en práctica se confirma la
teoría que sustenta el método, lo cual motiva aún más a seguir utilizándola en contextos
educativos.
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