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El Corredor Biológico Interurbano María Aguilar es un espacio que se encuentra conformado por 5 cantones de San José. Se rige bajo el marco del Programa Nacional de Corredores Biológicos y cuenta con una Junta Directiva y un Comité que se encargan de su gestión. Los beneficios que tienen estos espacios en las áreas urbanas son múltiples, sin embargo, no siempre son reconocidos por la sociedad, lo cual puede incidir en su degradación o poca valoración. Por lo anterior se busca analizar las contribuciones de los servicios ecosistémicos de este corredor y la disposición a pagar que tienen los ciudadanos del área para proteger estos servicios, en específicos los servicios ecosistémicos culturales que se relacionan a actividades recreativas, ocio, identidad cultural, observación del ecosistema, entre otros.
A partir de conocer este valor y las perspectivas generales que tienen los ciudadanos sobre el espacio se establecen una serie de recomendaciones que responden a 3 objetivos: la participación ciudadana, la eficacia del CBIMA y el acceso a financiamiento. Los resultados finales pueden ser valiosos para la Junta Directiva que actualmente se encarga de su gestión, pero también para que los representantes de las municipalidades establezcan nuevas estrategias que procuren un mayor aprovechamiento de los espacios verdes por parte de la sociedad civil.
En el capítulo de resultados, se observa respecto al marco institucional que es fuerte, pero la participación ciudadana, así como elementos relacionados a recursos económicos son necesarios para mejorar su gestión. Proveer de más herramientas a la Junta Directica, sobre todo a nivel legal es importante para un rol más independiente. En cuanto a la validación de la identificación de los servicios ecosistémicos, se evidencia una participación de actores diversos, no solo profesionales expertos, sino también miembros de la comunidad que fueron parte de esta identificación, el proceso fue integral y validado por un grupo con conocimiento de la materia. No obstante, al no visitarse de forma total el CBIMA para esta identificación puede presentarse un sesgo de los servicios ecosistémicos observados.
La valoración de los servicios ecosistémicos culturales permitió obtener una vista general sobre aspectos socioeconómicos de los encuestados, evaluación del conocimiento de los encuestados, conciencia ambiental e importancia de los corredores verdes, uso y acceso, disposición a pagar. Respecto a cada tema, se puede indicar que las personas encuestadas presentan un alto nivel de estudio, la mayoría trabajan, son personas adultas jóvenes y obtienen ingresos medios-altos. Cuentan con un alto conocimiento sobre conceptos ambientales y una notable conciencia ambiental. La disposición a pagar fue de aproximadamente 7000 colones al año. Finalmente, se brindan una serie de recomendaciones de políticas y medidas a considerar por parte de los diferentes actores que participan en el CBIMA: Junta Directiva, municipalidades, gobierno, entre otros, que pueden incidir en la gestión de este corredor.
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