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El presente documento es el resultado de una investigación sobre la inserción de los
Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) de la Organización de las Naciones Unidas
(ONU) en los Planes de Desarrollo Humano Local, cuyo propósito se basó en analizar el
enfoque, las metodologías y estrategias de planificación local frente a la responsabilidad de
seguir un determinado modelo de desarrollo nacional.
En este sentido, se expone el dilema de las municipalidades en cómo resuelven los
problemas sociales, económicos y ambientales de su respectivo territorio, en este caso,
mediante el diseño de los Planes de Desarrollo Humano Local (PDHL) incorporando los
ODS.
La selección de 15 municipalidades, distribuidas en las siete provincias del país, representa
la evidencia que el área de planificación municipal juega un papel central en la discusión
sobre las estrategias y respuestas de la incorporación de los ODS en la planificación local
de largo plazo.
El desconocimiento de lo que representa el desarrollo sostenible en el marco de los ODS
refleja el escaso acompañamiento de actores estratégicos para la alineación de tratados
internacionales hasta las áreas locales. Por tanto, se analiza cómo la planificación,
traducida en instrumentos de largo plazo, pueden incursionar en incorporar perspectivas de
desarrollo nacional, pero respondiendo a las necesidades presentes y futuras de los
municipios.
Principalmente, porque existe la retórica de implementar reformas globales a visiones de
desarrollo locales, lo que refleja complejas relaciones de poder e interacción con el medio
y los seres humanos. Lo que ha generado que, en los últimos años, se presente un mayor
interés y toma de conciencia en los retos que presenta el mundo en cuanto a cubrir las
necesidades de nuevas fuentes de alimentos, materias primas y nuevos espacios
geográficos para la ubicación de grupos poblacionales.
Según el Pacto Nacional por los ODS firmado, los gobiernos locales tienen la
responsabilidad de velar desde su autonomía por el cumplimiento del compromiso
internacional. No obstante, la evidencia empírica acumulada por los últimos 40 años indica
que los procesos de planificación de largo plazo del Estado han sido relegados en un
segundo plano, de ahí los inconvenientes en la resolución de problemáticas como las altas
tasas de pobreza, desigualdad, ordenamiento territorial, entre otros.
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Esta cultura dominante, en el ámbito mundial, se ha enmarcado en el ejercicio hegemónico
del consenso de las grandes mayorías. Pero sin duda, actualmente, el neoliberalismo, en
su base teórica, se encuentra amenazado. Por consiguiente, estos mismos pensamientos
presentan una metodología que es traducida por la Organización de las Naciones Unidas
enfocada a esta estrategia de desarrollo sostenible llamada Objetivos de Desarrollo
Sostenible. Sin embargo, otros autores plantean que el mundo se encuentra ante una
necesidad urgente, teórica y crítica del desarrollo dirigido a la “racionalidad reproductiva”,
la cual orientaría a una visión de práctica económica en correspondencia con las
condiciones de posibilidad para la reproducción de la vida humana, y, por tanto, de la
naturaleza.
Aún persiste la desigualdad de género, existen grandes brechas entre los hogares más
pobres y los más ricos, entre zonas rurales y zonas urbanas, el cambio climático ha
aumentado y la degradación ambiental cada vez es mayor, de ello las personas pobres son
quienes más sufren de estas afectaciones ambientales, los conflictos siguen siendo la
mayor amenaza al desarrollo humano y millones de personas todavía viven en pobreza con
hambre y sin acceso a los servicios básicos (MIDEPLAN, 2015).
Es decir, son muchos los retos y respuestas; sin embargo, las preguntas que surgen en
este contexto son ¿cómo se expresan realmente esas discusiones nacionales en el ámbito
local y cómo los gobiernos locales resuelven esos problemas? Además, ¿cómo y por qué
los Objetivos de Desarrollo Sostenible suponen una mejora o no de las condiciones
anteriormente citadas?
Así, la planificación es utilizada como herramienta significativa en la construcción de
instrumentos dirigidos a un modelo de desarrollo que se ve exigido a responder las
necesidades de los procesos volátiles en un mundo de crecimiento económico, relaciones
sociales y naturales cada vez de mayor incertidumbre. Es por ello que esta investigación
analiza, desde la disciplina de la planificación, los enfoques, estrategias e instrumentos que
se han utilizado para esta implementación de los Objetivos de Desarrollo Sostenible.
Si bien no se trata de un estudio sobre las características del desarrollo, incorpora
estrategias municipales y su operacionalización en la planificación. Por tanto, este proceso
inserta retos fundamentales a lo sostenible de la conservación de la biodiversidad y los
equilibrios ecológicos del planeta; la democracia, la participación social y la diversidad
cultural; el conocimiento, la educación, la capacitación y la información de la ciudadanía.
De tal manera que la concepción del Estado, dentro de esta dinámica, no solo se centra en
su función de gobernar, sino más bien de su facultad para legitimar las acciones de los
distintos actores de la sociedad.
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