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La pandemia del COVID-19, generada por el virus SARS-CoV-2, coronavirus del síndrome respiratorio agudo severo 2, dio inicio en Wuhan, China a finales del 2019, este generalmente se asocia con neumonía viral de leve a grave, cuya transmisión se da principalmente por contacto. Inicia con una infección leve de las vías respiratorias, con síntomas comunes de fiebre, dolor de cabeza y tos en la etapa primaria, luego puede progresar rápidamente a neumonía grave, disnea e incluso la muerte. Sin embargo, también pueden involucrar otros síntomas como gastrointestinales, neurológicos, manifestaciones cutáneas y alteraciones hematológicas; el cual es el objeto de estudio en esta investigación. Los pacientes hospitalizados por COVID-19 presentan trombofilia, aumentando el riesgo de una Trombosis Venosa Profunda; los factores como la inmovilidad asociada a la larga estancia en cama, es uno de los riesgos por los cuales se debe permanecer alerta. El Edoxabán es un anticoagulante oral directo, utilizado en la prevención del Tromboembolismo Venoso, Embolia Cerebral y para el tratamiento de Trombosis Venosa Profunda y la Embolia Pulmonar. El Edoxabán no es un tratamiento específico para el COVID-19 sino para tratar sus síntomas relacionados con la hemostasia. En la revisión narrativa se presentan estudios publicados en la plataforma de PUBMED, con el fin de determinar la efectividad y seguridad para los pacientes con COVID-19, para prevenir cualquier riesgo.
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