Relación del nivel ejercicio físico y el padecimiento de enfermedades crónicas no trasmisibles del estudiantado de Licenciatura en Ciencias de la Educación Especialidad Educación Física, Deporte y Recreación, Universidad de El Salvador, 2017

Existe en nuestra sociedad diversas problemáticas que afectan a la población y generan consecuencias una de ellas es el efecto de los avances de la tecnología y como las sociedades adoptan un comportamiento más sedentario, la inactividad física se considera uno de los factores de riesgo de muerte m...

Descripción completa

Autores Principales: Guzmán Hernández, José Gerardo, Cornejo, Guadalupe Carolina, Mejía Rodríguez, Celina del Carmen
Otros Autores: Iraheta, Boris Ebert
Formato: Tesis
Idioma: es_SV
Publicado: 2024
Materias:
370
Acceso en línea: https://hdl.handle.net/20.500.14492/13089
Sumario: Existe en nuestra sociedad diversas problemáticas que afectan a la población y generan consecuencias una de ellas es el efecto de los avances de la tecnología y como las sociedades adoptan un comportamiento más sedentario, la inactividad física se considera uno de los factores de riesgo de muerte más importantes, según datos de la Organización Mundial para la Salud (OMS), cerca de dos millones de personas mueren anualmente por enfermedades crónicas relacionadas con la inactividad física, así también dolores articulares y contracturas; debido a la pérdida de masa muscular y fuerza, el sedentarismo tiende a causar a su vez dolores articulares y contracturas en la espalda y cintura además estado de ánimo bajo: si bien es cierto que el ejercicio físico ayuda a aumentar nuestro estado de ánimo y nuestra autoestima, es obvio pensar que, con el sedentarismo, ocurre prácticamente lo contrario. De hecho, es común que las personas sedentarias se sientan más cansadas y desanimadas, y que incluso no se sientan a gusto con su propio cuerpo (autoestima baja). En el contexto de las ciencias del movimiento humano, las bondades de la actividad física han sido ampliamente documentadas. Desde el punto de vista orgánico, se sabe que la actividad física practicada con el volumen, la frecuencia e intensidad adecuada favorecen el consumo máximo de oxígeno, reduce la frecuencia cardíaca a un consumo de oxígeno dado, promueve una mayor eficacia del músculo cardíaco, mejora la vascularización del miocardio, contrarresta la obesidad, mejora la capacidad de utilización de los ácidos grasos libres durante el ejercicio, entre otras más