Los motines populares de noviembre de 1811 contra el despotismo y “el mal gobierno” provincial y local : una perspectiva diferente.

Este texto es producto de una investigación sobre los alzamientos populares de noviembre de 1811, que expone una versión diferente a las originadas por la elite criolla, de comerciantes y hacendados en el poder de la provincia de San Salvador de aquellos días, interpretaciones que fueron reproducida...

Descripción completa

Autor Principal: López, Eugenia
Formato: Artículo
Idioma: es_SV
Publicado: Facultad de Ciencias y Humanidades 2024
Materias:
82
Acceso en línea: https://hdl.handle.net/20.500.14492/12109
Sumario: Este texto es producto de una investigación sobre los alzamientos populares de noviembre de 1811, que expone una versión diferente a las originadas por la elite criolla, de comerciantes y hacendados en el poder de la provincia de San Salvador de aquellos días, interpretaciones que fueron reproducidas durante los siglos XIX y XX, y continuadas dentro de la historiografía reciente. En esas interpretaciones de perspectiva historiográfica liberal y nacionalista, se ha sostenido centralmente que el movimiento tuvo un carácter anti colonial y pro independentista, y que las causas fueron la captura del sacerdote Manuel Aguilar, las amenazas contra el vicario José Matías Delgado, y la lucha contra los estancos de aguardiente; y que los criollos, comerciantes y hacendados especialmente los del poder eclesial y los vinculados a los cuerpos de gobierno local y de la provincia, fueron los que habrían retomado el liderazgo y dado cause al movimiento popular. El punto de vista que se presenta en este estudio sostiene que el tejido de alzamientos que estallaron en esos días fue de carácter popular, dirigidos contra el poder colonial, contra las malas autoridades y mal gobierno local de criollos y españoles, por sus prácticas despóticas. Malestar al que se sumó la deplorable situación de hambruna y desempleo en la que se encontraban los pueblos de la provincia por la ruina de la producción añilera, por el control de la producción y venta del aguardiente, chicha y tabaco; se sostiene también, que el liderazgo de los alzamientos lo tuvieron los alcaldes, líderes y gente de los barrios de indios, mulatos y ladinos de la ciudad de San Salvador y de varios pueblos de la intendencia, y que la actuación de los criollos y españoles, comerciantes y hacendados, miembros de los cuerpos del gobierno civil y eclesial de la provincia, no fue de apoyo a los alzamientos, ni de reencauce de las demandas de los alzados, sino más bien, actuaron para desarticularlos, desaprobarlos, “pacificarlos” por medio de la conciliación y la fuerza, con apoyo del presidente de la Audiencia, el ayuntamiento de la ciudad de Guatemala y cuerpos de milicia.