Estabilidad estructural de los agregados del suelo en la Finca El Plantel municipio de Tipitapa

La estructura del suelo, es el ordenamiento de las partículas individuales en partículas secundarias o agregados y el espacio poroso que llevan asociado, todo como resultado de alteraciones físico-químicas entre las arcillas y los grupos funcionales de la materia orgánica. El propósito de este estud...

Descripción completa

Autores Principales: Blandón Molina, Francisca Liseth, Ramírez Guzmán, Basilio de Jesús
Formato: Tesis
Idioma: Español
Publicado: 2016
Materias:
Acceso en línea: http://repositorio.una.edu.ni/3328/
Sumario: La estructura del suelo, es el ordenamiento de las partículas individuales en partículas secundarias o agregados y el espacio poroso que llevan asociado, todo como resultado de alteraciones físico-químicas entre las arcillas y los grupos funcionales de la materia orgánica. El propósito de este estudio es evaluar la estabilidad estructural del suelo para contribuir a un mejor uso y manejo sostenible de este recurso. El estudio se realizó en la finca El Plantel de la Universidad Nacional Agraria (UNA), ubicada en el km 30 carretera Tipitapa – Masaya, localizada entre las coordenadas 12º 06` 24`` y 12º 06` 30`` latitud norte y 86º 04` 46`` y 86º 05` 27`` longitud oeste. La metodología del estudio consistió en evaluar la estabilidad estructural de los agregados del suelo en parcelas con diferentes cultivos a establecer. En cada parcela se evaluaron los siguientes parámetros: Estabilidad Estructural, Textura, Materia Orgánica, pH, Porosidad, Conductividad Eléctrica, Densidad Aparente y Densidad Real. Los resultados indican que existen suelos sometidos altamente a la agricultura, los cuales en su mayoría presentan horizontes poco profundos, contienen niveles de medio a alto de materia orgánica, niveles bajo de estabilidad de los agregados del suelo, un tipo de suelo que va de franco arenoso a franco limoso arcilloso y franco arcilloso limoso, es un suelo de pH ligeramente ácido a neutro. Sin embargo estos suelos tienen potencial para la actividad agropecuaria, siempre y cuando se realicen prácticas de manejo adecuadas, para garantizar la sostenibilidad del recurso suelo.