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El agua juega un papel primordial en el desarrollo de los seres vivientes sobre la tierra, pudiéndose decir que es base de la vida. Para la mayoría de los usos del agua, es de primordial interés controlar la calidad de la misma, ya que ligeras variaciones en el contenido de alguna de las sustancias presentes, puede variar sensiblemente su calidad, pudiéndola convertir en inservible y a veces en altamente peligrosa para la salud. Asimismo, algunos de estos productos de desecho tienen efectos de gran alcance sobre la salubridad pública. Uno de los tóxicos industriales acarreados por el agua conocido desde la antigüedad es el plomo. A través de la historia, su fuente predominante ha sido la tubería de plomo utilizada en las redes de distribución de agua, también el empleo de rociado de insecticidas tales como el arseniato de plomo, ha contaminado aguas superficiales y profundas. El plomo es un veneno acumulativo, e inclusive pequeñas concentraciones, si están presentes constantemente en el agua potable, podrán conducir a enfermedades de gravedad o a la muerte. En El Salvador, existe un estudio en el que se investigó la contaminación por plomo en aguas potables de la zona metropolitana de San Salvador. Debido a esto, es necesario hacer una investigación a nivel nacional, que revele si estas aguas cumplen con los requerimientos mencionados anteriormente.
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