Valor pronóstico del ácido úrico y su relación con preeclampsia.

La hipertensión durante el embarazo tiene una marcada influencia en la morbilidad y mortalidad materna y fetal. Hay evidencia de que la alteración en la invasión trofoblástica en las arteriolas espirales maternas desempeña un papel importante en la patogenia. Esta remodelación incompleta de la pared...

Descripción completa

Autor Principal: Xec Zacarías, Gustavo Adolfo
Formato: Tesis
Idioma: Español
Publicado: 2014
Materias:
Acceso en línea: http://www.repositorio.usac.edu.gt/1653/
http://www.repositorio.usac.edu.gt/1653/1/05_9387.pdf
Sumario: La hipertensión durante el embarazo tiene una marcada influencia en la morbilidad y mortalidad materna y fetal. Hay evidencia de que la alteración en la invasión trofoblástica en las arteriolas espirales maternas desempeña un papel importante en la patogenia. Esta remodelación incompleta de la pared de las arterias espirales ocurre entre las 16 y 20 semanas del embarazo como resultado de una falla en la segunda ola de invasión trofoblástica. El diagnóstico de la preeclampsia en sus fases iniciales puede ser difícil debido a que el único signo clínico es la hipertensión. Se han realizado muchos intentos para encontrar una prueba clínica y bioquímica al principio del embarazo, ya que los mecanismos patogénicos de la preeclampsia son totalmente diferentes de los de otras alteraciones del embarazo, y la fisiopatología de la preeclampsia incluye el daño endotelial. Aproximadamente un 30-60% de las preeclámpticas muestran evidencias de afección renal con concentraciones elevadas de ácido úrico y creatinina. Hay una asociación entre las concentraciones elevadas de ácido úrico y la preeclampsia/eclampsia, y se ha sugerido que las concentraciones de ácido úrico son el indicador más sensitivo de preeclampsia y eclampsia disponibles para los clínicos. Se desconoce si la causa del incremento de la concentración de ácido úrico en la preeclampsia es secundaria a un verdadero daño tubular, debido a la vasoconstricción e isquemia vascular, o a una adaptación funcional pura a la hipovolemia bien reconocida que produce la enfermedad. Muchos investigadores han documentado la correlación entre la hiperuricemia, la gravedad de la enfermedad y la morbilidad neonatal, y encontraron que el ácido úrico era un predictor de bajo peso al nacer mejor que otros parámetros. La prueba más antigua, y probablemente la más estudiada, diferente de la determinación de la proteinuria, es la concentración de ácido úrico.