Injerencia política económica de Estados Unidos en América Latina durante la Administración Obama (2009-2016)

La presencia política, económica y militar de Estados Unidos en América Latina ha sido la principal estrategia utilizada por casi dos siglos de influencia, injerencia y dominación en la región. Primero lo hizo Monroe (1823), quien pregonó la tesis de “América para los americanos”; le siguió el Desti...

Descripción completa

Autores Principales: Cruz Cornejo, Jesarela Rudi, Espinoza, Martha Lorena
Formato: Monografia
Idioma: Español
Español
Publicado: FAREM 2018
Materias:
Acceso en línea: http://repositorio.unan.edu.ni/9461/
http://repositorio.unan.edu.ni/9461/1/18642.pdf
http://repositorio.unan.edu.ni/9461/2/cc.jpg
Sumario: La presencia política, económica y militar de Estados Unidos en América Latina ha sido la principal estrategia utilizada por casi dos siglos de influencia, injerencia y dominación en la región. Primero lo hizo Monroe (1823), quien pregonó la tesis de “América para los americanos”; le siguió el Destino Manifiesto (1845) y luego otras iniciativas en el siglo XX, tan indeseables y dañinas para el desarrollo y la vida de los pueblos latinoamericanos, siempre controlando y anteponiendo sus intereses imperiales.Como consecuencia de la relación desigual entre Estados Unidos y América Latina, los países de esta región, en su devenir histórico fueron configurando una economía totalmente dependiente, abastecedora de materias primas y una industria que ha respondido predominantemente al sector externo. En lo político, las oligarquías establecieron un modelo y una relación de subordinación a los intereses y dictados de la Casa Blanca.Desde inicios del siglo XXI, varios países latinoamericanos en su legítimo derecho de elegir sus gobernantes y teniendo como referencia el fracaso neoliberal, hicieron un giro hacia la izquierda, e instalaron gobiernos de corte progresista.En ese mismo contexto, al revisar el comportamiento de la administración Obama y su injerencia en la región, se destacan los golpes de Estado, precisamente con algunos de estos países -Honduras, Brasil y Paraguay- en los que haciendo uso de los poderes legislativo y judicial de los mismos, quitaron a los presidentes electos democráticamente.Obama, guiado por un pragmatismo político, trató de reiniciar relaciones diplomáticas con Cuba, un proceso que quedó inconcluso. En el nuevo escenario sigue siendo una necesidad fortalecer la unidad de los países, así como crear estrategias que les permitan crecer en sus economías y autodeterminación frente a las nuevas amenazas de la Casa Blanca y el riesgo de perder su hegemonía.