Los Objetivos del Desarrollo Sostenible(ODS) y la educación de calidad: desafíos en la región centroamericana

La crisis de la universidad en la región, ocurre a nivel de la gestión, financiación, acreditación de la calidad y currículo. La universidad debe cumplir la función social que espera la sociedad de ella, no sólo en equidad en el acceso, sino también en la calidad y pertinencia en todas sus funciones...

Descripción completa

Autor Principal: Estrada Muy, Marco R.
Formato: Artículo
Idioma: Español
Español
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Publicado: UNAN-Managua 2019
Materias:
Acceso en línea: http://repositorio.unan.edu.ni/17052/
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Sumario: La crisis de la universidad en la región, ocurre a nivel de la gestión, financiación, acreditación de la calidad y currículo. La universidad debe cumplir la función social que espera la sociedad de ella, no sólo en equidad en el acceso, sino también en la calidad y pertinencia en todas sus funciones sustantivas, para plantear propuestas de solución a los problemas prioritarios de su entorno, para un adecuado desarrollo sostenible humano y social. El Objetivo 4 de los ODS plantea Garantizar una educación inclusiva, equitativa y de calidad y promover oportunidades de aprendizaje durante toda la vida para todos. El Consejo Superior Universitario Centroamericano (CSUCA) ha consensuado para el período 2016-2026 el IV Plan para la Integración Regional de la Educación Superior de Centroamérica y República Dominicana (PIRESC IV), el cual fue construido en forma dinámica y participativa a partir de los resultados del VIII Congreso Universitario Centroamericano, realizado en Panamá el 26 y 27 de mayo de 2016. De la experiencia del CSUCA y del PIRESC IV se derivan los siguientes elementos y desafíos para un Modelo Regional de Educación superior como aportes de cara a la Agenda 2030, estos son: La urgencia de innovar los procesos de aprendizaje, de investigación y de proyección social, para ampliar la cobertura y mejorar el acceso a la educación superior. Abordar con creatividad el surgimiento de nuevas profesiones y subprofesiones cada vez más especializadas. La necesidad de una educación superior, más inclusiva, equitativa y pertinente a las necesidades reales de cada país o región a través de su vinculación estrecha con la sociedad y con el Estado. La necesidad de internacionalizar sus distintos programas a nivel de la enseñanza-aprendizaje, la investigación y la extensión o proyección social. La necesidad del mejoramiento continuo de la calidad de la educación superior en los procesos de aprendizaje, en la investigación y en la extensión, a niveles internacionales aceptables, priorizando procesos institucionales (CRES 2018) antes que programas. Finalmente, debemos reconocer que, a pesar de avances y de logros en muy pocas universidades, en la región no hemos sido capaces de consolidar un nuevo modelo de universidad, en el cual la producción de conocimiento y la aplicación de sus resultados predomine, y no su mera transmisión, para contribuir eficazmente en la solución de los problemas de nuestra sociedad, especialmente de las poblaciones más vulnerables.