Clonidina versus Fentanil como coadyuvante de la Bupivacaina al 0.5% con Epinefrina en el bloqueo epidural. Hospital Escuela Antonio Lenin Fonseca, Enero-Febrero 2018

Desde mediados del siglo XIX se observó el interés en producir pérdida de la sensibilidad por vía local en una región específica del cuerpo. En la búsqueda para lograr este objetivo se perfeccionaron varias técnicas, entre ellas la Anestesia Regional, la cual se caracteriza por un bloqueo reversible...

Descripción completa

Autor Principal: Miranda López, Geraldine de los Ángeles
Formato: Tesis
Idioma: Español
Español
Publicado: 2018
Materias:
Acceso en línea: http://repositorio.unan.edu.ni/10100/
http://repositorio.unan.edu.ni/10100/1/99260.pdf
http://repositorio.unan.edu.ni/10100/2/cc.jpg
Sumario: Desde mediados del siglo XIX se observó el interés en producir pérdida de la sensibilidad por vía local en una región específica del cuerpo. En la búsqueda para lograr este objetivo se perfeccionaron varias técnicas, entre ellas la Anestesia Regional, la cual se caracteriza por un bloqueo reversible de la conducción nerviosa producida por medios físicos (frío, presión, etc.) o químicos. La lesión tisular induce cambios en el sistema nervioso central que pueden llevar a un incremento en la duración de la analgesia y la anestesia. En pacientes sometidos a cirugías selectivas las estrategias a reducir estos fenómenos son particularmente importantes debido a que las variables transoperatorias se correlacionan con el éxito de la cirugía y la presencia de complicaciones las cuales pueden afectar en forma importante la calidad de vida de los pacientes, por tal razón en las últimas décadas se han realizado estudios clínicos con la intención de utilizar diversos fármacos en la anestesia regional, tanto por vía epidural como subaracnoidea, teniendo el único propósito de mejorar la calidad anestésica; prolongando su duración con menores dosis y mínimas repercusiones fisiológicas, sobre todo en procedimientos que por su complejidad requieren mayor tiempo operatorio. El uso del bloqueo epidural ha logrado sobrevivir a un sin número de fracasos desde su inicio por los primeros pioneros de la anestesia en Europa a finales del siglo pasado y el inicio de este siglo, desde entonces han evolucionado las técnicas, los fármacos, los equipos y por supuesto un mejor entendimiento de la fisiología y la farmacocinética del neuroeje y de todo el organismo humano.Los opioides aplicados en el espacio epidural bloquean la transmisión del dolor al unirse a los receptores opiáceos presinápticos y postsinápticos en las láminas de Rexed del cuerno dorsal de la médula espinal, produciendo analgesia sin bloqueo simpático y motor.La analgesia producida por opioides por vía epidural, Intratecal o intraventricular puede acompañarse por prurito, náuseas, vómitos, depresión respiratoria tardía, desarrollo de tolerancia, y a alta dosis hiperestesia. Por consiguiente, los efectos adversos que se asocian a la analgesia con opioides conllevaron a la búsqueda de nuevas alternativas de utilización de coadyuvantes.Considerando que el principio básico de la anestesiología es evitar el dolor, con un mínimo de repercusiones sistémicas, se busca interrumpir la trasmisión del dolor de forma multimodal; siendo los anestésicos locales considerados la base de este objetivo. No obstante existen diversos mecanismos adicionales para modular la trasmisión nociceptiva como el efecto inhibitorio adrenérgico en el asta dorsal de la medula espinal a nivel pre y post sináptico. Estudios experimentales han demostrado que la administración de coadyuvantes como los α2-agonistas provee analgesia y prolongan la duración de ésta, disminuyendo los requerimientos de otros analgésicos empleados en el postoperatorio. Así se estudiaron a los agonistas alfa adrenérgicos por vía Intraventricular, epidural e intratecal, las cuales dan analgesia independiente a receptores opioides, sin producir prurito, náuseas, vómitos, depresión respiratoria y no hay tolerancia y puede ocurrir sedación, hipotensión y bradicardia cuando se usa la vía intratecal, pero no hipotensión cuando se usa la vía epidural. La Clonidina (Clorhidrato de Diclorofenilamina), es el prototipo de los agentes α2 adrenérgicos, con una selectividad de 300:1 respecto a la interacción con los receptores adrenérgicos α2, en comparación con los α1. Es utilizada principalmente como antihipertensivo estimulando los receptores α2 adrenérgicos centrales reduciendo la respuesta del sistema nervioso simpático, el tono de los vasos sanguíneos y aumentando el tono vagal.En América latina, se han realizado diversos estudios de revisión respecto a la clonidina la cual ha sido utilizada por más de 15 años en humanos, los cuales concluyen que inicialmente se usó como antihipertensivo y ha tenido infinidad de indicaciones, retomándose su utilidad en anestesia regional por vía epidural desde finales de 1996 y actualmente forma parte del armamentario terapéutico del anestesiólogo por sus propiedades analgésicas y sedantes, ofreciendo su máximo beneficio en el control del dolor en el periodo intraoperatorio y posoperatorio. La clonidina en combinación con fármacos opiáceos y anestésicos locales, mejora la calidad de la analgesia, disminuye la dosis de estos fármacos en un 50% y, por lo tanto, la incidencia de sus efectos secundarios. Por lo antes expuesto se ha considerado evaluar el efecto de la clonidina (α2-agonista adrenérgico), versus fentanil como coadyuvante a la bupivacaina al 0.5% con epinefrina (anestésico local) vía epidural.