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El siguiente artículo es un acercamiento reflexivo al trabajo creativo de la Compañía de Cámara Danza UNA -CCDUNA- de la Escuela de Danza de la Universidad Nacional de Costa Rica, durante el año 2020 que, debido a la pandemia vivida, potenció sus procesos de creación coreográfica, a partir de la articulación de su conocimiento dancístico con diversos lenguajes artísticos y formatos para la comunicación de su quehacer. Las medidas sanitarias adoptadas por el gobierno costarricense, en el marco de la pandemia planteó una serie de oportunidades de desarrollo profesional para las personas que conforman el equipo creativo, entre ellas, el desarrollo de una serie de adaptaciones individuales y colectivas, en los niveles: biofísico, socioafectivo y lógico-simbólico; que las llevó a afrontar la incertidumbre a partir del transitar de sus cuerpos en diversos tiempos y espacios, tanto para el entrenamiento del cuerpo para la interpretación, así como para la creación del movimiento danzado, su poética y su difusión. Todo esto, en su conjunto, representó un proceso de andamiajes fisio-cognoscitivos de producción de conocimiento y obra artística, que da cuenta de las capacidades adaptativas del equipo creativo para generar equilibrios cognoscitivos en medio de la incertidumbre del medio que requieren aproximaciones reflexivas de segundo orden.
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