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Los recientes cambios en el escenario internacional hacen necesario buscar nuevos
instrumentos que permitan analizar el auge del regionalismo, y sobre todo de los
esquemas de integración regional, por cuanto las teorías formuladas décadas atrás hoy parecen desactualizadas para entender y explicar esos acontecimientos.
El desarrollo de las Relaciones Internacionales, como disciplina científica, ha generado un rápido progreso teórico en el último decenio. En ese contexto el Constructivismo Social adquirió relevancia para entender y explicar los fenómenos internacionales –aún cuando no constituye una metodología de investigación, sino una teoría, pues se reconoció que el sistema internacional es un producto de la creación humana, es decir, un hecho institucional construido a través de múltiples interacciones individuales colectivas. Por consiguiente, es necesario comprender la relación de condicionalidad mutua entre los agentes y la estructura.
Teniendo en cuenta ese enfoque es posible entender la dinámica de los regímenes
internacionales y de la regionalización. Fenómenos en torno a los cuales se han
desarrollado teorías y pre-teorías, que en los últimos años han mostrado un renovado vigor a raíz de los eventos de la década de 1990. Incluso se ha llegado a hablar de ‘viejo” y “nuevo” regionalismo, en un intento por explicar el comportamiento de los más recientes esquemas de integración regional. Asimismo, las distintas escuelas de pensamiento en Relaciones Internacionales han incorporado en sus análisis los regímenes internacionales, como mecanismos a disposición de los actores internacionales para lograr alcanzar sus intereses.
Sin embargo, hasta el momento no se ha formulado una teoría o marco teórico que
permita analizar todos los modelos de integración regional -sean comerciales,
económicos o políticos-, tanto aquellos en regiones desarrolladas como en las en
desarrollo. En gran medida porque la Teoría de la Integración tiene un claro predominio de las escuelas europeas, por lo cual tiende a restringirse a observar la experiencia de la Unión Europea. Esto hace necesario revisar los retos y desafíos de las teorías clásicas de la integración a la luz de los recientes acontecimientos.
Esa revisión conduce a reconocer la existencia de regímenes de integración regional, que constituyen un tipo de régimen sui generis, cuya área temática o esfera de acción se limita a una región determinada. Por lo tanto, se hace una propuesta que sirve de punto de partida para un análisis posterior que permita llegar a formular un planteamiento teórico sobre este fenómeno de las relaciones internacionales.
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