Análisis de las denuncias ciudadanas interpuestas en el sistema integrado de trámite y atención de denuncias ambientales (SITADA) como indicador de la contaminación por olores molestos en Costa Rica

Las emisiones de olores son uno de los principales problemas de contaminación ambiental en el mundo. Hecho que los coloca como contaminantes ambientales y, en consecuencia, en un tema de salud pública. El presente estudio expone un análisis de la situación ambiental de malos olores en Costa Rica par...

Descripción completa

Autores Principales: Vetrani Chavaria, Karla, Campos Morales, Sherryl Viviana, Murrell, Manfred, Montero Sánchez, Ernesto, Bermúdez Hidalgo, Ligia
Formato: Artículo
Idioma: Español
Publicado: Olores.org 2021
Materias:
Acceso en línea: http://hdl.handle.net/11056/18933
Sumario: Las emisiones de olores son uno de los principales problemas de contaminación ambiental en el mundo. Hecho que los coloca como contaminantes ambientales y, en consecuencia, en un tema de salud pública. El presente estudio expone un análisis de la situación ambiental de malos olores en Costa Rica partiendo de las denuncias de la ciudadanía interpuestas mediante el Sistema Integrado de Denuncias Ambientales (SITADA), según disposición del Ministerio de Ambiente y Energía, con el objetivo de identificar las zonas críticas de contaminación odorífera. Durante el período 2013-2018 hubo un total de 304 reportes relacionados con aguas residuales (34 %), combustión (17 %), residuos sólidos (16 %) y animales (13 %). Algunas de las fuentes de emisión identificadas corresponden a plantas de tratamiento de aguas residuales, cuerpos de agua, chimeneas, quemas, rellenos sanitarios, vertederos de residuos y granjas. A partir del análisis espacial realizado en un Sistema de Información Geográfica se determinó que un 74 % de los cantones del país registran al menos una denuncia, siendo Alajuela, Grecia, San Carlos, Pococí, Desamparados, Escazú y San José, las zonas con mayor conflictividad por contaminación odorífera. Los resultados del estudio evidencian la ausencia de regulación nacional al respecto, pues en la actualidad las denuncias son resueltas cuando la fuente emisora se relaciona a algún tipo de contaminación reglamentada, por ejemplo, vertido y reúso de aguas residuales, emisión de contaminantes atmosféricos, y gestión integral de residuos sólidos. Lo anterior justifica la necesidad de generar políticas y directrices que faciliten a las autoridades la gestión de los olores como variable ambiental independiente, incluyendo prevención, medición, monitoreo y tratamiento.