Conservación de la biodiversidad y desarrollo humano en bosques montanos de Costa Rica

Costa Rica es el país que posee la mayor biodiversidad del planeta en relación con su extensión (en 51 100 km2 tiene aproximadamente el 5% de la biodiversidad mundial); esto, junto al compromiso político de integrar las políticas de desarrollo humano y de medio ambiente, han consolidado el país como...

Descripción completa

Autores Principales: Criado-Hernández, Juan, Marín-Cabrera, Melissa
Formato: Artículo
Idioma: Español
Publicado: Editorial Tecnológica de Costa Rica 2013
Materias:
Acceso en línea: https://revistas.tec.ac.cr/index.php/tec_marcha/article/view/1356
https://hdl.handle.net/2238/4095
Sumario: Costa Rica es el país que posee la mayor biodiversidad del planeta en relación con su extensión (en 51 100 km2 tiene aproximadamente el 5% de la biodiversidad mundial); esto, junto al compromiso político de integrar las políticas de desarrollo humano y de medio ambiente, han consolidado el país como líder en conservación en América Latina.  Lo anterior ha favorecido, además, el desarrollo del ecoturismo, el pago de servicios ambientales y la fijación de carbono, como alternativas para el aprovechamiento racional de los recursos naturales. A pesar de estos esfuerzos, es evidente la necesidad de promover investigaciones que ayuden a entender las interacciones entre naturaleza y sociedad, base del desarrollo sostenible. A escala internacional, los Objetivos de Desarrollo del Milenio (2005), el reciente Congreso de Áreas Protegidas en Mesoamérica (Panamá, 2006) y el último Congreso de la Asociación de Biología Tropical y Conservación (México, 2007), son algunos ejemplos que destacan esta misma necesidad. Se presenta una aproximación interdisciplinar para determinar las relaciones que existen entre la biodiversidad y el bienestar humano en bosques montanos de Costa Rica. La hipótesis considera que un buen estado de conservación del bosque tiene una correlación positiva con un acceso equitativo a las condiciones necesarias para mejorar el bienestar humano de las comunidades. Para esto, se desarrolla una metodología sencilla basada en un conjunto de indicadores biológicos y sociales. En los indicadores biológicos se considera la estructura del bosque y su relación con especies de aves frugívoras como indicadores funcionales de biodiversidad, debido a su papel como dispersores de semillas en las montañas del trópico. Los indicadores sociales están basados en la participación social, por la función que cumple en la distribución de los beneficios generados por el medio ambiente. Para ello se analizan las redes de participación organizacional y los satisfactores sinérgicos de las necesidades humanas que estas redes generan o facilitan. El área de estudio pertenece a la Cordillera de Talamanca, una de las mayores áreas de biodiversidad y endemismo del mundo.  Dentro de esta área, se considera la Reserva Forestal “Los Santos” (con casi 60 000 ha) en el Pacífico Central del país, que incluye además la Reserva Biológica “Cerro Las Vueltas” y el recién creado Parque Nacional “Los Quetzales”.