Matanza
Después de idearlo tanto y sin más remedio se decidió. Los últimos días lo vi cadavérico y con ojeras diabólicas. No había comido ni dormido bien en semanas. Llegó a no distinguir la noche del día. Se sintió perro vagabundo, también murciélago extraviado. Ante su reticencia, desistí de hacerlo caer...
Autor Principal: | Petrie, Henry |
---|---|
Formato: | Artículo |
Idioma: | Español |
Publicado: |
Cultural Maga
2016
|
Materias: | |
Acceso en línea: |
http://revistas.utp.ac.pa/index.php/maga/article/view/699 http://ridda2.utp.ac.pa/handle/123456789/2716 |
Sumario: |
Después de idearlo tanto y sin más remedio se decidió.
Los últimos días lo vi cadavérico y con ojeras diabólicas. No había comido ni dormido bien en semanas.
Llegó a no distinguir la noche del día. Se sintió perro vagabundo, también murciélago extraviado. Ante su reticencia, desistí de hacerlo caer en razón, aceptando colaborar en lo que tuvo como propósito, a fin de no abandonarlo y dar constancia de mi lealtad como amigo. Fui entonces, amanuense.
En realidad eran seis, pero al final resultaron siete. |
---|