Evolución clínica de pacientes operados con colgajos soleo en reconstrucción de pierna en el servicio de cirugía plástica del HEALF de Abril a Diciembre 2014

Las heridas graves del miembro pélvico asociadas con fracturas expuestas requieren una cobertura cutánea adecuada para que el cirujano traumatólogo pueda realizar el procedimiento requerido para lograr una consolidación ósea satisfactoria. Está cubierta se logra en forma reconstructiva con colgajos...

Descripción completa

Autor Principal: López Núñez, Luisa Arlen
Formato: Tesis
Idioma: Español
Español
Publicado: 2015
Materias:
Acceso en línea: http://repositorio.unan.edu.ni/4571/
http://repositorio.unan.edu.ni/4571/1/78081.pdf
http://repositorio.unan.edu.ni/4571/2/cc.jpg
Sumario: Las heridas graves del miembro pélvico asociadas con fracturas expuestas requieren una cobertura cutánea adecuada para que el cirujano traumatólogo pueda realizar el procedimiento requerido para lograr una consolidación ósea satisfactoria. Está cubierta se logra en forma reconstructiva con colgajos miocutáneos o musculares según el conocimiento científico de los últimos 25 años. Si se trata específicamente de las fracturas expuestas de la tibia y los procesos osteomieliticos de dicho hueso, los principios de tratamiento a base de cobertura con colgajos musculares más la aplicación de injertos de la piel fueron técnicas descritas primariamente por Ger en el año 1966 cuando realiza los primeros colgajos musculares de rotación para la cobertura de estas lesiones, Vásconez, cirujano plástico ecuatoriano de amplia trayectoria a nivel mundial, investiga y realiza en 1974 los primeros colgajos pediculados musculares irrigados con su principal arteria nutricia además quien dividió en tercios la pierna y estableció que para dar cobertura al tercio proximal se debía utilizar musculo gastronemio medial y esporádicamente el lateral; para el tercio medio el caballo de batalla debería de ser el musculo soleo y para reparar los defectos del tercio distal de la pierna se pudieran utilizar los músculos peroneus y flexor digitorum longus y Maqueira, en 1983, describe los colgajos musculares en isla