Cantidad importada de plaguicidas como herramienta para el monitoreo de peligros para la salud en Costa Rica

En Costa Rica la problemática existente en torno al uso de plaguicidas radica en que se importan actualmente aproximadamente12000 toneladas al año de casi 300 ingredientes activos. Estas sustancias tóxicas poseen efectos agudos, tópicos y crónicos que representan un alto riesgo para el ser humano y...

Descripción completa

Autores Principales: Viria Bravo, Elba de la Cruz, Fernando Ramírez, Catharina Wesseling
Formato: Artículo
Idioma: Español
Publicado: 2013
Acceso en línea: http://hdl.handle.net/11056/7476
Sumario: En Costa Rica la problemática existente en torno al uso de plaguicidas radica en que se importan actualmente aproximadamente12000 toneladas al año de casi 300 ingredientes activos. Estas sustancias tóxicas poseen efectos agudos, tópicos y crónicos que representan un alto riesgo para el ser humano y el ambiente en general. Algunos de estos plaguicidas son restringidos y/o prohibidos en otros países e inclusive se encuentran incluidos en Convenios Internacionales para su eliminación (Pesticide Action Network, Acuerdo 9 RESSCAD XVI, Rotterdam, COPs Convenio de Estocolmo) (Bravo et al, 2008). Datos sobre la importación de plaguicidas son buenos indicadores de las tendencias de uso y una fuente de información importante para monitorear los riesgos potenciales en salud y la efectividad de las intervenciones. Costa Rica es el país de América Central con mayor importación de plaguicidas (Bravo et al, 2011). Los ingredientes activos de plaguicidas más importados en el país son el mancozeb, el glifosato y el 2,4-D (Ramírez et al, 2009). Estos tres ingredientes activos representaron en la última década aproximadamente el 50 % de la cantidad importada de plaguicidas en Costa Rica, específicamente: 1) mancozeb aunque no posee peligro agudo (OMS), si posee efectos tópicos oculares (leves), capacidad como alergeno y efectos crónicos de neurotoxicidad (incluye Parkinson), disrupción endocrina, genotoxicidad y es posiblemente cancerígeno (EPA); 2) glifosato no posee peligro agudo, pero si tiene efectos tópicos tanto oculares como dérmicos (leves) y efectos crónicos de neurotoxicidad (incluye Parkinson), genotoxicidad y disrupción endocrina y 3) 2,4-D es moderadamente peligroso en forma aguda (OMS), posee efectos tópicos oculares (severos), dérmicos (moderados), capacidad como alergeno y efectos crónicos de neurotoxicidad (incluye Parkinson), teratogenicidad, disrupción endocrina, genotoxicidad y es posiblemente cancerígeno (IARC) (Bravo et al, 2008). Otros plaguicidas que completan el 75% de la cantidad total importada en Costa Rica, en la última década, son clorotalonil, bromuro de metilo, tridemorf, terbufos, etoprofos, paraquat y metam sodio; con excepción del clorotalonil todos los otros plaguicidas poseen una alta toxicidad aguda que implica riesgos de intoxicaciones agudas y mortalidad por su uso (Bravo et al, 2008). La Organización Mundial de la Salud (OMS) clasifica los plaguicidas por toxicidad aguda en siete clases: IA. Extremadamente peligroso, IB. Altamente peligroso, II. Moderadamente peligroso, III. Ligeramente peligroso, FM. Fumigante, no clasificable, O. Obsoleto y U. No peligro agudo en condiciones de uso adecuado (De la Cruz et al, 2010). La Environmental Protection Agency (EPA) ha cambiado su sistema de clasificación en años recientes, manteniendo algunas categorías con definiciones similares. Para el indicador por nosotros propuesto se utiliza una clasificación aún no en uso, pero que a juicio de los expertos en salud "es mejor que la actual" (Wesseling C., comunicación personal).