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Los bosques desempeñan un papel importante en el ciclo global del carbono (C), poseen la
capacidad para almacenar C en la vegetación y en el suelo, incorporándolo a su estructura
por largos periodos. Esta investigación tiene como objetivo determinar y comparar el
contenido de C asociado a la biomasa, necromasa y C almacenado en el suelo de tres
hábitats, como herramienta de gestión del recurso forestal en los bosques tropicales de la
Península de Osa. Se trabajó en tres parcelas permanentes de 10 000 m2
(100x100m),
designadas en bosques primarios de cima (BPC), ladera (BPL) y con influencia hídrica
(BPIH) en el sector de Agua Buena, Reserva Forestal Golfo Dulce. Se identificó y midió el
diámetro a la altura del pecho y las alturas de los árboles, palma y bejucos superiores a 10
cm de diámetro, para conocer su biomasa mediante ecuaciones alométricas y luego estimar
el C. Además se realizó un muestreo aleatorio con submuestreo e igual número de
repeticiones, para cuantificar la necromasa y madera muerta y comprobar el C almacenado
en laboratorio. Se tomaron muestras de suelo a tres profundidades: 0 – 15 cm, 15 – 30 cm y
30 – 45 cm para determinar su C almacenado mediante el método de combustión seca. El
BPC presentó las mayores reservas de C en la biomasa aérea en los árboles con 245.09
Mg/ha, seguido del hábitat de BPL con 222.57 Mg/ha y el BPIH con 175.65 Mg/ha,
principalmente concentrada en las familias Fabaceae, Meliaceae y Myristicaceae en cada
sitio. Los más altos contenidos de C asociados al mantillo se encontraron en la necromasa
fina y gruesa del BPC con 0.75 Mg/ha y 0.95 Mg/ha respectivamente, luego el BPL con
0.65 Mg/ha y 0.54 Mg/ha y por último el BPIH con 0.49 Mg/ha y 0.41 Mg/ha. Los valores
de C en la madera muerta fina y gruesa fueron superiores en el BPC con 2.24 Mg/ha y
26.79 Mg/ha respectivamente, seguido del BPL con 1.81 Mg/ha y 5.17 Mg/ha; y el BPIH
con 1.07 Mg/ha y 4.38 Mg/ha, donde se registró este componente como el más variable en
los bosques estudiados. Las mayores reservas de C orgánico del suelo se encontraron en el
BPL, seguido del BPC y BPIH, donde incrementa el C presente, en cuanto aumenta la
profundidad del suelo. Se plantearon escenarios forestales para simular las posibilidades de
manejo de los bosques en función de la silvicultura del C y se observó que es posible
obtener mejores ingresos económicos al aprovechar la masa forestal en pie y caída, además
que se contribuye con la dinámica del ciclo del C presente para favorecer un balance
positivo del C.
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