Sumario: |
El Plan Comunal Universitario (PCU) fue iniciado de Mayo a
Diciembre del año de 2009 entre las universidades del Consejo
Nacional de Universidades (CNU) y la Oficina de Desarrollo
Institucional (ODI) del Instituto Nicaragüense de Tecnología
Agropecuaria (INTA). El financiamiento fue obtenido del Fondo para
el Desarrollo de Capacidades del PRORURAL (FADECAPRO).
Se involucraron un total de 136 egresados y graduados de las
carreras de Agronomía, Veterinaria, Zootecnia, Ingeniería Agrícola,
Economía, comunicación, Ingeniería en Sistemas y Antropología de
la Universidad Nacional Agraria (UNA), Universidad Nacional de
Ingeniería (UNI), Universidad Nacional Autónoma de Nicaragua
Managua (UNAN Managua), Universidad Nacional Autónoma
de Nicaragua de León (UNAN León), Universidad Católica del
Trópico Seco (UCATSE), Escuela internacional de Agricultura
y Ganadería de Rivas (EIAG), Universidad Centroamerciana
(UCA), Bluefield Indian and Caribbean Universitiy (BICU) y
la Universidad de las Regiones Autónomas de la Costa Caribe
Nicaragüense (URACCAN). El curso de inducción, el curso de
promotoría rural y demás capacitaciones fueron impartidas en el
CNIAB – INTA Managua, Campos Azules INTA Masatepe, INTA
Juigalpa, Centro del Valle de Sébaco -CEVAS INTA Matagalpa y
en el Centro Experimental de Occidente -CEO León. Los objetivos
del PCU fueron los de capacitar a recién egresados y graduados
de las Universidades, fortalecer la red de promotores rurales,
aumentar la cobertura de asistencia técnica del INTA y mejorar la
seguridad alimentaria y nutricional de las familias campesinas. Se
logró organizar a un total de 588 promotores y beneficiar a través
del proceso de capacitación y transferencia tecnológica a un total
de 10 571 productores de los cuáles 42% fueron mujeres. Se logró incrementar en un 12% el número de beneficiarios o cobertura del
INTA con los servicios de asistencia técnica pública. La vitalidad
de estos jóvenes, protagonizó una faena técnica y humana y cuyas
repercusiones dejaron una profunda huella en las comunidades y
cooperativas que ellos atendieron y una huella en sus propias vidas,
lo cual se resalta en un incremento de la autoestima y la buena
voluntad de un relevo generacional responsable y comprometido
con el desarrollo de Nicaragua.
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