Evaluación de la severidad de la pudrición del tronco en Gmelina arborea Roxb.

Se evaluó la severidad del daño causado por la pudrición del tronco en melina que se manifiesta desde los primeros meses de vida del árbol. El estudio fue realizado en siete ensayos clonales de Gmelina arborea, establecidos en el Pacífico Sur de Costa Rica. En los ensayos se evaluaron genotipos sele...

Descripción completa

Autores Principales: Salas-Rodríguez, Alexis, Murillo-Gamboa, Olman, Murillo-Cruz, Rafael, Ávila-Arias, Carlos, Mata-Granados, Xiomara
Formato: Artículo
Idioma: Español
Publicado: Editorial Tecnológica de Costa Rica 2016
Materias:
Acceso en línea: https://revistas.tec.ac.cr/index.php/kuru/article/view/2547
https://hdl.handle.net/2238/7928
Sumario: Se evaluó la severidad del daño causado por la pudrición del tronco en melina que se manifiesta desde los primeros meses de vida del árbol. El estudio fue realizado en siete ensayos clonales de Gmelina arborea, establecidos en el Pacífico Sur de Costa Rica. En los ensayos se evaluaron genotipos seleccionados en la Zona Norte y Sur del país. Con base en un análisis de la expresión de la sintomatología, se propuso una escala de diagramática de la severidad de la pudrición del tronco de G. arborea, basada en cinco grados de avance del daño. La escala se validó al utilizarla en otras plantaciones afectadas y localizadas en el Pacífico Sur del país. Los síntomas incipientes se manifiestan con una marchitez foliar generalizada, que luego ocasiona pérdida foliar y continúa avanzando hasta observarse la aparición de exudaciones y formación de cancro en la parte baja del tronco. La patología avanza rápidamente hasta lograr la pérdida completa del follaje y luego la muerte del individuo. Como última categoría de severidad se designó al árbol que ha muerto y se ha iniciado un proceso final de pudrición, que inhabilita la utilización de su madera. Con base en la calificación individual de la severidad en los árboles, se propuso el uso de un índice de severidad de la enfermedad en la plantación, que permite obtener una evaluación numérica del grado de daño o de avance de la enfermedad en una escala de 1 a 100. La metodología mostró su robustez y facilidad de aplicación en campo, que permitirá la toma de decisiones oportunas en el manejo de la pudrición del tronco de la G. arborea.